Labdassence colabora con la asociación “El sillón azul” fundada por El Gancho Infantil. Esta asociación se ha marcado un segundo objetivo: que los cuidadores de los menores hospitalizados puedan descansar en una posición completamente horizontal, mejorando su salud física y psíquica, ayudándoles a sobrellevar las estancias hospitalarias de sus niños.
Acompañar a un familiar durante la noche en un hospital suele ser duro, pero si la hospitalización se alarga, las familias sufren de forma más acentuada las consecuencias físicas y psicológicas que suponen el cuidado y acompañamiento. Sin duda esta situación es mucho más grave al enfrentarnos a la hospitalización de un menor.
Cuando se trata de un niño, el acompañamiento debe ser continuo (independientemente de la gravedad del enfermo). Además, esta tarea suele recaer casi exclusivamente en una o dos personas (generalmente los padres), dadas la especial necesidad de seguridad y afecto que conlleva esta etapa de la vida.
Muchas familias se han visto obligadas a convertir durante un tiempo el hospital en su hogar, día y NOCHE, por eso los cuidadores también sufren las consecuencias de la rutina hospitalaria. Y si los padres no descansan… la fortaleza con la que deben afrontar el día a día se hace un poquito más difícil.
Aunque las posibilidades de conciliar el sueño en un hospital serán siempre limitadas, una cama ofrece sin duda la posibilidad de reposar en una postura cómoda, lo que ayuda al descanso.